Citas en La voz a ti debida

Las citas de Garcilaso y P. B. Shelley en La voz a ti debida son un paratexto que funciona como un epígrafe o pequeña introducción al o síntesis del texto. "... La voz a ti debida" reproduce un fragmento de la Égloga III de Garcilaso:

Y aún no se me figura que me toca
aqueste oficio solamente en vida;
mas con la lengua muerta y fría en la boca
pienso mover la voz a ti debida.
Libre mi alma de su estrecha roca
por el Estigio lago conducida,
celebrándose irá, y aquel sonido
hará parar las aguas del olvido.

En esta parte podemos interpretar que hace referencia al amor divino como motor poético (en el primer párrafo se refiere a María, "la voz a ti debida" es pues, a ella), pero, además, habla de que su alma, más allá del "Estigio lago" (la muerte, referencia clásica a la laguna Estigia) seguirá creando: utiliza el tópico del amor que puede vencer a la muerte (él dejará el mundo pero seguirá su oficio de poeta porque ama a la poesía (o a la Virgen según se quiera leer.)) Su amor es tan poderoso que él, después de muerto, seguirá expresándose poéticamente. Esta capacidad del amor de superar las dificultades (la muerte, que el amor no sea un camino de rosas) también la han expresado otros autores como Lope de Vega, porque el amor es el bien más alto al que puede aspirar el ser humano; podemos aplicar esa lectura a la cita de Shelley: 

Thou Wonder, and Thou Beauty, and Thou Terror!

El amor es terror, maravilla y belleza a la vez; en palabras de C. Zardoya simbolizan "para Salinas la dimensión del amor y sus poemas, aquí, son verdaderos ensayos amorosos, en los cuales aparecen todos los aspectos del amor." Por tanto, los epígrafes de autores tan diferentes y de épocas distintas simbolizarían tanto los diferentes tipos de amor como todas las maneras de verlo, y la internacionalidad y la diferencia de épocas de los autores es una manera de no sólo apelar a su permanencia o a su belleza a pesar de las dificultades, sino también a su universabilidad e inmutabilidad a través del tiempo y las fronteras (físicas o espirituales). En ese contexto se enmarcaría el contenido de este poemario de Salinas: habla del amor en todas sus facetas.